Entrevista al alcalde de Silla
Entrevista al alcalde de Silla en el diario digital notícias 7 días
Josep Lluís Pitarch. Alcalde de Silla
“El Bloc pacta con quien sea excepto con el diablo”
—¿Cómo se sustenta un equipo de gobierno formado por cuatro partidos tan heterogéneos?
—No se puede negar que somos cuatro partidos políticos muy distintos, Bloc, EU, UV y PP, por ello, para las futuras elecciones municipales presentaremos, naturalmente, cuatro programas independientes. Aunque podamos coincidir en muchas cosas, como llevamos haciendo desde hace casi cuatro años y durante los cuales hemos trabajado con proyectos comunes, nuestro origen ideológico es muy distinto. Sin embargo, son los intereses de la población de Silla lo que pretendemos salvaguardar, por ello el equipo de gobierno funciona bien, y aunque existen discrepancias de índole ideológica, el consenso es posible si se piensa en el pueblo y no en intereses partidistas.
—¿Qué puede suceder en las próximas elecciones municipales?
—Es todo un enigma, lo único que tengo claro es que ningún partido alcanzará la mayoría absoluta. Viviremos nuevamente un periodo de negociaciones que culminará con la formación de un gobierno variopinto. Lo que no sé es qué fuerzas pactarán, desde el Bloc estamos abiertos a muchas combinaciones, pactamos con todos excepto con el diablo.
—¿Cómo definiría su forma de gobernar?
—Soy un hombre de consenso, un consenso de cuatro fuerzas políticas. Si no se cede, no se llega a ningún sitio. Además, soy alcalde por vocación, vivo de mi profesión y no de la política, por eso todos mis propósitos están dirigidos al beneficio global de la población de Silla y no a intereses partidistas o personales.
—¿Cuál es el proyecto más ambicioso que actualmente persigue el alcalde?
—Sin lugar a duda el problema de las aguas pluviales. Desde hace más de un siglo, el término municipal de Silla lucha contra las inundaciones, que desgraciadamente han provocado durante años continuas evacuaciones y daños devastadores. Debido a la poca altitud de nuestro municipio, poblaciones limítrofes como Alcaçer y Picassente, que se encuentran más elevadas, provocan que las aguas de lluvia desciendan hasta Silla e inunden todo el pueblo. Por ello nuestro proyecto va destinado a construir todos los elementos necesarios como desagües, pasos de retención o desviaciones de agua, que eviten futuras inundaciones.
—¿Existe consenso entre alcalde, equipo de gobierno y oposición en relación a esta problemática?
—Debería haberla porque es un proyecto muy ambicioso, sin embargo el PSOE, como fuerza política en la oposición no lo ha apoyado.
—¿Qué otros aspectos están creando conflicto?
—Silla ha agotado el Plan General de Ordenación Urbana por lo que pueden surgir divergencias considerables en la creación del próximo, no lo niego. De lo que podemos estar tranquilos es del respeto que hemos mantenido siempre al Plan General que se llevó a cabo hace diez años por el gobierno socialista. Silla no es un municipio sobre explotado porque en todo momento ha tenido un crecimiento muy ordenado. Ninguno de los partidos ha visto interés en hacer grandes modificaciones de la estructura urbana.
—¿Qué opina de la especulación urbanista que se está destapando en numerosos Ayuntamientos?
—Me parece patético, doy gracias a que en Silla siempre ha habido un control urbanístico ejemplar y están prohibidas las recalificaciones.
—¿Es cierto que Silla huela mal?
—En cuanto a los olores de Silla todo tiene una explicación. El municipio ha ido creciendo y cada vez está más cerca de las zonas industriales. Existen algunas fábricas que sí emiten olores desagradables y que al limitar con la zona urbana puede resultar muy molesto. Lo que desde el equipo de gobierno se está intentando llevar a cabo es que las fábricas más contaminantes y peligrosas se trasladen fuera de la población. A mí más que los olores, me preocupan los vertidos peligrosos de algunas de algunas de estas industrias.
—¿Se presentará como candidato a la alcaldía?
—Dentro de mi partido no hay fisuras y han vuelto a confiar en mi como candidato a alcalde. No sé que pasará, pero si mi partido me apoya, seguiré defendiendo mi candidatura.
—¿De no conseguir el triunfo en las elecciones, que pediría a los próximos gobernantes?
—No les pediría, les exigiría que finalizaran los proyectos en los que estamos inmersos y totalmente comprometidos, concretamente y el más urgente es el de la evacuación de las aguas pluviales. El futuro de Silla depende de que se solucione el problema de las inundaciones, tanto en el término municipal como en la carretera nacional.
—¿Se atrevería a hacer un augurio de lo que puede suceder en la próximas elecciones autonómicas tras el pacto EU, Bloc y Verds?
—Creo que está muy reñido y puede pasar cualquier cosa. Yo no me atrevería a hacer un pronóstico, lo que sí resulta evidente es que el Partido Popular está muy nervioso, puede mantener su mayoría absoluta por muy poco o bien perderla. Yo personalmente apoyo el pacto de la nueva alianza de izquierdas y deseo ver un cambio en el Consell en mayo de 2007.
—¿Cómo se sustenta un equipo de gobierno formado por cuatro partidos tan heterogéneos?
—No se puede negar que somos cuatro partidos políticos muy distintos, Bloc, EU, UV y PP, por ello, para las futuras elecciones municipales presentaremos, naturalmente, cuatro programas independientes. Aunque podamos coincidir en muchas cosas, como llevamos haciendo desde hace casi cuatro años y durante los cuales hemos trabajado con proyectos comunes, nuestro origen ideológico es muy distinto. Sin embargo, son los intereses de la población de Silla lo que pretendemos salvaguardar, por ello el equipo de gobierno funciona bien, y aunque existen discrepancias de índole ideológica, el consenso es posible si se piensa en el pueblo y no en intereses partidistas.
—¿Qué puede suceder en las próximas elecciones municipales?
—Es todo un enigma, lo único que tengo claro es que ningún partido alcanzará la mayoría absoluta. Viviremos nuevamente un periodo de negociaciones que culminará con la formación de un gobierno variopinto. Lo que no sé es qué fuerzas pactarán, desde el Bloc estamos abiertos a muchas combinaciones, pactamos con todos excepto con el diablo.
—¿Cómo definiría su forma de gobernar?
—Soy un hombre de consenso, un consenso de cuatro fuerzas políticas. Si no se cede, no se llega a ningún sitio. Además, soy alcalde por vocación, vivo de mi profesión y no de la política, por eso todos mis propósitos están dirigidos al beneficio global de la población de Silla y no a intereses partidistas o personales.
—¿Cuál es el proyecto más ambicioso que actualmente persigue el alcalde?
—Sin lugar a duda el problema de las aguas pluviales. Desde hace más de un siglo, el término municipal de Silla lucha contra las inundaciones, que desgraciadamente han provocado durante años continuas evacuaciones y daños devastadores. Debido a la poca altitud de nuestro municipio, poblaciones limítrofes como Alcaçer y Picassente, que se encuentran más elevadas, provocan que las aguas de lluvia desciendan hasta Silla e inunden todo el pueblo. Por ello nuestro proyecto va destinado a construir todos los elementos necesarios como desagües, pasos de retención o desviaciones de agua, que eviten futuras inundaciones.
—¿Existe consenso entre alcalde, equipo de gobierno y oposición en relación a esta problemática?
—Debería haberla porque es un proyecto muy ambicioso, sin embargo el PSOE, como fuerza política en la oposición no lo ha apoyado.
—¿Qué otros aspectos están creando conflicto?
—Silla ha agotado el Plan General de Ordenación Urbana por lo que pueden surgir divergencias considerables en la creación del próximo, no lo niego. De lo que podemos estar tranquilos es del respeto que hemos mantenido siempre al Plan General que se llevó a cabo hace diez años por el gobierno socialista. Silla no es un municipio sobre explotado porque en todo momento ha tenido un crecimiento muy ordenado. Ninguno de los partidos ha visto interés en hacer grandes modificaciones de la estructura urbana.
—¿Qué opina de la especulación urbanista que se está destapando en numerosos Ayuntamientos?
—Me parece patético, doy gracias a que en Silla siempre ha habido un control urbanístico ejemplar y están prohibidas las recalificaciones.
—¿Es cierto que Silla huela mal?
—En cuanto a los olores de Silla todo tiene una explicación. El municipio ha ido creciendo y cada vez está más cerca de las zonas industriales. Existen algunas fábricas que sí emiten olores desagradables y que al limitar con la zona urbana puede resultar muy molesto. Lo que desde el equipo de gobierno se está intentando llevar a cabo es que las fábricas más contaminantes y peligrosas se trasladen fuera de la población. A mí más que los olores, me preocupan los vertidos peligrosos de algunas de algunas de estas industrias.
—¿Se presentará como candidato a la alcaldía?
—Dentro de mi partido no hay fisuras y han vuelto a confiar en mi como candidato a alcalde. No sé que pasará, pero si mi partido me apoya, seguiré defendiendo mi candidatura.
—¿De no conseguir el triunfo en las elecciones, que pediría a los próximos gobernantes?
—No les pediría, les exigiría que finalizaran los proyectos en los que estamos inmersos y totalmente comprometidos, concretamente y el más urgente es el de la evacuación de las aguas pluviales. El futuro de Silla depende de que se solucione el problema de las inundaciones, tanto en el término municipal como en la carretera nacional.
—¿Se atrevería a hacer un augurio de lo que puede suceder en la próximas elecciones autonómicas tras el pacto EU, Bloc y Verds?
—Creo que está muy reñido y puede pasar cualquier cosa. Yo no me atrevería a hacer un pronóstico, lo que sí resulta evidente es que el Partido Popular está muy nervioso, puede mantener su mayoría absoluta por muy poco o bien perderla. Yo personalmente apoyo el pacto de la nueva alianza de izquierdas y deseo ver un cambio en el Consell en mayo de 2007.
Esta notícia ha sido extraida de la página del BLOC de Silla y confirma en la del diario digital.
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